Pese a los avances en la lucha contra el brote de fiebre amarilla, la respuesta debe continuar
La epidemia de fiebre amarilla en Angola, notificada por primera vez a finales de enero de 2016, parece estar remitiendo, ya que no se han confirmado casos nuevos en las últimas seis semanas. Sin embargo, la OMS y sus asociados siguen brindando apoyo a Angola y a la República Democrática del Congo para que controlen el brote.
Se prevé vacunar a más de 17 millones de personas adicionales en campañas masivas previstas en ambos países antes del mes de septiembre, que es cuando comienza la estación de lluvias en esta parte de África.
Los brotes de fiebre amarillan en Angola y la República Democrática del Congo han supuesto desafíos especiales para los ministerios de salud y los asociados en la respuesta, incluida la OMS. Es la primera vez que los asociados han tenido que gestionar un brote de fiebre amarilla de gran envergadura en un entorno urbano y densamente poblado.
Dado que la fiebre amarilla es endémica tanto en la República Democrática del Congo como en Angola, se han producido simultáneamente casos esporádicos en zonas remotas y rurales, lo que ha incrementado los desafíos logísticos, como garantizar que las personas de zonas difícilmente accesibles tengan acceso a la vacunación y crear la infraestructura necesaria para conservar las vacunas a la temperatura correcta hasta su administración.
En el mundo, la fiebre amarilla es endémica en más de 42 países, los cuales experimentan brotes regularmente. Sin embargo, la transmisión en 2016 se ha disparado y ha agotado rápidamente los 6 millones de dosis de vacuna que forman la reserva mundial habitual para emergencias, gestionada por el Grupo Internacional de Coordinación de la Provisión de Vacunas contra la Fiebre Amarilla (OMS, UNICEF, MSF y FICR).
Este aumento de casos de fiebre amarilla se debe probablemente a la inusual severidad de El Niño, que ha provocado que la densidad de mosquitos que transmiten la enfermedad aumente por encima de lo normal.
Sin embargo, gracias a la colaboración de los asociados, entre ellos la Alianza Gavi para las Vacunas, el Grupo Internacional de Coordinación y los fabricantes, los países afectados por el brote actual han accedido desde enero a casi 19 millones de dosis de vacuna antiamarílica. Esto triplica la cantidad prevista normalmente para su uso en brotes en un periodo de 12 meses.
El uso de los suministros mundiales de vacuna antiamarílica se ha vigilado y examinado con detenimiento. Incluso teniendo en cuenta las próximas campañas en Angola y la República Democrática del Congo, se calcula que quedan 5 millones de dosis de vacuna en la reserva para emergencias, una cantidad que aumentará progresivamente a medida que se produzcan más vacunas.
La coordinación de los asociados ha posibilitado que la respuesta al brote se haya hecho en tiempo oportuno, ya que el primer envío de vacunas a Angola llegó 5 días después de la solicitud formulada por el país al Grupo Internacional de Coordinación. Además, los asociados se han encargado de la entrega y la coordinación en el país de los múltiples suministros y equipos con el fin de reunir los elementos necesarios para las campañas masivas. Hasta la fecha, más de 16 millones de personas han sido vacunadas en la República Democrática del Congo y Angola.
Para garantizar la rápida protección de la población de Kinshasa, se aplicará una estrategia de ahorro de dosis durante las campañas de vacunación previstas. Esta estrategia se basa en recomendaciones de expertos científicos reunidos por la OMS.
Como medida de emergencia, se administrará una quinta parte de la dosis ordinaria de vacuna antiamarílica a los 8,5 millones de personas de Kinshasa que todavía no están vacunadas contra la enfermedad. Los estudios demuestran que esta dosis de «emergencia» proporcionará sin peligro alguno una inmunidad eficaz contra la fiebre amarilla durante al menos 12 meses y posiblemente durante mucho más tiempo.
Además de garantizar el acceso a las vacunas y respaldar las campañas de vacunación, la OMS y los asociados también están ayudando a los países afectados de las siguientes maneras:
- proporcionando apoyo a los laboratorios, especialmente acceso a reactivos específicos ;
- fortaleciendo los sistemas nacionales de vigilancia de la fiebre amarilla;
- enviando a más de 160 expertos a los países afectados.
- proporcionando orientaciones técnicas sobre atención clínica, capacitación y movilización social;
- reforzando el cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional para prevenir la propagación internacional de la fiebre amarilla.
Persona de contacto con los medios de comunicación:
Tarik Jašarević
Responsable de Comunicaciones, OMS
Móvil: +41 793 676 214
Despacho: +41 22 791 5099
Correo electrónico: jasarevict@who.int
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