jueves, 17 de octubre de 2013

Venezuela tiene la mayor tasa de mortalidad por cáncer de la región

Venezuela tiene la mayor tasa de mortalidad por cáncer de la región (º)

(º) Lo correcto es el mayor índice de mortalidad/incidencia. RMI: 0,58.  JFOL

Seis de cada diez pacientes mueren a causa de esta enfermedad

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CAROLINA CONTRERAS A. |  EL UNIVERSAL
miércoles 16 de octubre de 2013  07:13 AM
Fallas en las políticas públicas de prevención y promoción de la salud, escasez en la dotación de los medicamentos y equipos dañados hacen de Venezuela el país con la mayor tasa de mortalidad en América Latina causada por cáncer.

Así lo afirmó el médico cirujano y residente del Hospital José María Vargas, José Manuel Olivares.(ºº) "A nosotros (el país) se nos mueren seis de cada diez pacientes con cáncer, más de la mitad de lo que está por encima del promedio del continente que es 3,5 por cada diez pacientes", señaló.
(ºº) Hospital Universitario de Caracas
Olivares indicó que la cifra se desprende de un estudio que publicó en abril de este año la revista científica Lancet Oncology donde reseña las incidencias y mortalidad de los pacientes oncológicos de América Latina.

"En los pacientes oncológicos el tiempo es fundamental. Las cosas se deben hacer en el momento indicado y esas cifras lo que demuestran es que en el país las cosas no se hacen a tiempo. Por ejemplo, la historia de nuestros pacientes es la siguiente: ahora no hay parafina para hacer las biopsias, entonces en vez de tardarse 18 ó 21 días que sería lo normal para dar un resultado se tarda mucho más, no hay citas hasta dentro de tres meses y una vez diagnosticado el paciente, cuando se le indica que debe recibir tratamiento, por ejemplo radioterapia, entonces más de 70% de los equipos están dañados", describió Olivares la situación de los pacientes oncológicos en los hospitales públicos.

Añadió que en los estados Vargas, Delta Amacuro, Cojedes, Portuguesa, Trujillo y Yaracuy no existen los equipos de radioterapia por lo que estos pacientes se deben trasladar a otros centros del país para recibir asistencia médica.(ººº)
(ººº) Tampoco hay equipos de radioterapia en Amazonas, Apure, Barinas y Monagas.
El trabajo de Lancet Oncology también reveló que Venezuela es el país en donde menos se invierte en salud, justo por debajo de Uruguay y Surinam y que para el 2020 el país tendrá la mayor incidencia de cáncer en su población de entre todos los países de América Latina.

Olivares apuntó que esta situación puede revertirse si se crean políticas públicas de prevención a futuro y si hay un plan eficiente de despistaje de cáncer. Agregó que los principales cánceres que sufre la población venezolana son los de mama, útero y próstata y que estos tres son prevenibles debido a que si se atacan a tiempo pueden curarse en un cien por ciento.

Asimismo el galeno indicó que entre las cosas que se deben reconocer al gobierno está la distribución de medicamentos oncológicos en las farmacias de alto costo, pero que en estos momentos existe una "gran crisis" debido a que haya escasez de los mismos.

Fallas en los medicamentos

En cuanto a las fallas en los fármacos oncológicos la Sociedad Venezolana de Salud Pública Red Defendamos la Epidemiología Nacional alertó que en el país no se encuentran en estos momentos diversos fármacos que se necesitan para realizar quimioterapias.

En total son 13 medicamentos, siete de los cuales se entregan en las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) y Badan.


El comunicado reseña que existe "ausencia total" de Ciclosfosfamida, medicamento de primera línea que se utiliza para atacar el cáncer de mama, linfomas y leucemia y que tampoco se consigue el Melfalan que sirve para el tratamiento del Mieloma Múltiple y Cáncer de ovario (medicamento de 3 línea).

La falla de estos dos importantes medicamentos se vienen reportando desde agosto por pacientes y profesionales de la salud y se estima que continuará al menos por las próximas cuatro semanas.

viernes, 11 de octubre de 2013

Determinaron características de transmisión de malaria; Proyecto Wesoichay - acoana

Determinaron características de transmisión de malaria

En las comunidades indígenas se dificulta seguir el tratamiento / Francesca Commissari
Un proyecto para controlar la enfermedad en grupos indígenas de Bolívar recibió reconocimiento del PNUD
EL NACIONAL11 DE OCTUBRE 2013 - 12:01 AM
Algunas comunidades indígenas pensaban que con solo cerrar la puerta de la casa podían evitar la picada del mosquito de la malaria. Esa es una de las anécdotas que cuenta la bióloga Mariapía Bevilacqua, presidente de la Asociación Venezolana para la Conservación de Áreas Naturales e integrante del equipo de investigadores de EcoSalud.
Bevilacqua lidera el Proyecto Wesoichay, (que quiere decir malaria en yekuana), programa que comenzó en 2005 y que ha permitido crear un modelo de control que puede ser replicable en pueblos indígenas de lugares poco accesibles.
La iniciativa recibió una mención de honor en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo sobre conocimientos y buenas prácticas en el control de la malaria en poblaciones indígenas remotas.
Las comunidades indígenas objeto del estudio se encuentran en zonas de la cuenca del Caura, a donde se llega después de dos a cinco horas de navegación en curiara.
Uno de los logros fue la creación de un mapa de riesgo de malaria, que mejora la vigilancia epidemiológica, y la instalación de tres centros de telemedicina con acceso a Internet satelital.
Comportamiento diferente. En la investigación encontraron, por ejemplo, que el comportamiento del mosquito es diferente al de otras zonas endémicas. En este caso, el zancudo pica y va a reposar fuera de la vivienda y no entra en contacto con el insecticida en caso de que se haya hecho un rociamiento. Asimismo, se encontró que el mosquito no sólo pica toda la noche, sino también al final de la tarde y al principio de la mañana.
Al igual que en otras partes del estado Bolívar, la malaria está asociada a la actividad económica en áreas de riesgo. Básicamente ataca a adultos entre 28 y 40 años de edad. “Sin embargo, en los últimos años encontramos que la infección en niños está aumentando. El adulto regresa a casa con el parásito en sangre y ocurre la trasmisión en el hogar”.
Un problema importante es la falta de adherencia al tratamiento. La mayoría de los grupos indígenas no cumple la terapia en forma rigurosa y completa, muchas veces porque tiene que movilizarse fuera de la comunidad o del lugar donde se encuentra el ambulatorio.
“Si no hay una adherencia completa al tratamiento, por más que se apliquen otras medidas de prevención o control de la enfermedad, el parásito se encuentra en sangre y está latente la posibilidad de infectar a otros”. La investigadora refiere que entre los logros del proyecto está el haber logrado que se anotara en los registros de pacientes la data indígena, incluyendo el grupo étnico.
Mosquitero a medida
Mosquiteros impregnados de insecticida, que se adapten al diseño de los chinchorros o hamacas donde duerme el núcleo familiar, pueden ayudar a reducir la malaria en las poblaciones indígenas.
La investigadora Mariapía Bevilacqua propone que se suministre a los indígenas la tela impregnada de insecticida y que sean ellos mismos los que fabriquen los  mosquiteros que cubran las hamacas hasta el piso. Recomienda que sean elaborados por cooperativas indígenas y se puedan vender a precios módicos en el sur del país.
“Los actuales mosquiteros no se adaptan a los chinchorros ni tienen las dimensiones adecuadas. Fabricar mosquiteros permitirá generar economía local, pondrá a circular recursos económicos y actividad alternativa, al tiempo que resuelve un problema de salud”, dijo. 

Información complementaria sobre el Proyecto Wesoichay